​El SENA validó la experiencia y conocimientos ancestrales de 34 mujeres artesanas del departamento del Atlántico que han venido desarrollando sus labores de manera empírica, en concordancia con el impulso al fortalecimiento de la Economía Naranja en el país.

De esta manera, la Entidad certificó sus competencias laborales y reconoció su talento para: Acondicionar material recuperado según requerimientos técnicos y entretejer hilos según técnicas de tejido con agujas, como se denomina la norma. 

“Para nosotros procesos como este significan seguir aportando a la cualificación de la sociedad colombiana, sobre todo a esos sectores más necesitados; estamos convencidos de que, con las certificaciones de sus competencias laborales, estas comunidades van a tener mejores condiciones de vida”, aseguró Henry Luna, director del Sistema Nacional de Formación para el Trabajo del SENA. 

Lizbeth Molina Goenaga fue una de las certificadas. Esta mujer de raíces afro, de 43 años de edad y madre soltera, aprendió a los 11 años a tejer y coser; lo que comenzó como un juego de niñas para vestir muñecas, terminó siendo la forma de ganarse su sustento diario. 

“Quedé huérfana de padre a los 18 años, por lo que al terminar al bachillerato me dediqué a trabajar para ayudar a mi mamá; por la falta de recursos era difícil transportarme a otros municipios a estudiar. Hoy me siento feliz y conmovida porque, después de 25 años, pude recibir un segundo título que me ayudará a mejorar mis ingresos”, manifestó Lizbeth. 

Hace algún tiempo, evaluadores del SENA llegaron al municipio de Luruaco (Atlántico) para avalar sus conocimientos y la experticia adquirida a lo largo de su vida. Ahora, Lizbeth innova y elabora bolsos y canastillas con fibras naturales como el fique y la cepa del plátano, y materiales recuperados como bolsas plásticas. 

“Nunca pensé que el SENA tocaría mi puerta sin importar que estuviera en una zona rural y reconociera que lo que hago es de calidad, es importante. Creo que esta certificación le dio más valor a mi trabajo, ahora incluso puedo capacitar a otras mujeres en el tema porque tengo un título que refrenda lo que sé”, comentó entre lágrimas Molina Goenaga. 

Según Jacqueline Rojas Solano, directora del SENA Regional Atlántico, “Muchas veces si no se tiene un título no se abren puertas laborales; nuestra Entidad muestra que hay conocimientos que son tradición y que la práctica hace al maestro, por ello validamos la experticia de esos trabajadores”. 

En Atlántico la Entidad ha reconocido las competencias laborales de trabajadores relacionados con la Economía Naranja en otras normas como: producir imágenes fotográficas de acuerdo con la intención comunicativa y las especificaciones técnicas, configurar pieza artesanal según técnica de ensartado, entre otras. 

En 2018, los conocimientos y experticia de 7.029 atlanticenses fueron validados por la Entidad. 

Quienes deseen certificar sus competencias para desempeñar una función productiva deben tener una experiencia laboral mínima de seis meses. Los interesados pueden acercarse al Centro de Formación SENA más cercano a su residencia o lugar de trabajo en todo el país, solicitar información acerca de los procesos y de manera gratuita obtener el servicio.