El programa Jóvenes a lo Bien se puso en marcha, hace seis años, con el fin de beneficiar con formación para el trabajo a colombianos pertenecientes a comunidades afectadas por fenómenos de violencia, descomposición social y falta de oportunidades.
Este programa surgió luego de la firma de un convenio entre la Entidad y la Policía Nacional, y resultó fundamental pues ha ofrecido la reintegración digna a la sociedad con opciones de empleo decente
La clave de su éxito radica en la formación pertinente que le ofrece el SENA a esta población vulnerable, luego de la convocatoria y la caracterización, de las cuales se encarga in sito la Policía Nacional.
En el caso de Risaralda, en La Virginia, 11 mujeres cabeza de hogar, con un alto grado de vulnerabilidad por el entorno de drogadicción, prostitución y conflictos con grupos armados en los que han vivido, culminaron la formación como operarias de máquinas de confección industrial de ropa exterior, luego de un año de formación lectiva y práctica.
Mientras adelantaban sus estudios en confección industrial de ropa exterior, tuvieron la oportunidad de apoyar la producción de prendas infantiles para una empresa de Pereira.
El plus diferenciador de este proceso formativo es que se formaron haciendo la práctica confeccionando prendas infantiles para el empresario Elkin Restrepo quien les proporcionó los lotes de tela cortadas y moldeadas para que ellas adquieran sus competencias, "A ellas se les ha remunerado su trabajo y me seguirán confeccionando prendas para mi almacén en Pereira", aseguró Restrepo.
"La Policía llegó al barrio para ver quien se quería capacitar y yo me inscribí porque me gusta mucho coser y he querido ser una mujer independiente. Estoy agradecida con el SENA por habernos capacitado ya que, a pesar de ser de estratos bajos, vinieron hasta acá. Aprender es el camino", así lo explica *Gloria, (omitimos su nombre por razones de seguridad) quien perteneció a un grupo armado al margen de la ley.
"No quiero volver a esos pasos en los que andaba. Por mí, por mi familia y por mis hijos, no quiero volver a eso", manifestó *Gloria mientras era felicitada, como sus demás compañeras, por sus familiares y por los integrantes de la Policía Nacional, en el momento de recibir los certificados del SENA.
Por su parte, el director regional del SENA de la regional Risaralda, Andrés Aurelio Alarcón Tique, se comprometió a ofrecerles a éstas 11 mujeres, habitantes de los barrios San Carlos, Alfonso López y El Progreso, un programa técnico, "Primero deben seguir un proceso de nivelación escolar hasta grado noveno y, luego, se les ofrecerá también un curso de cooperativismo o asociatividad y con la Gobernación de Risaralda, esperamos, poder gestionar varias máquinas de confección para que sigan trabajando".
Iniciativas como ésta se replican en todo Risaralda: en Santa Rosa de Cabal, mujeres cabeza de hogar con el programa de Panadería; en Dosquebradas con el programa de Fabricación de Calzado para jóvenes en riesgo social; en el corregimiento de Santa Cecilia, Pueblo Rico, se atendió este año a la comunidad afro con los programas de Mecánica de Motos, y Manipulación de Alimentos; en Quinchía, jóvenes vulnerables recibieron los cursos de Panadería y Manipulación de Alimentos; en el corregimiento de Irra, Quinchía, se ha atendido a la comunidad con los cursos de Artesanías y Manipulación de Alimentos; en la vereda Arkakay de Mistrató se han dictado programas de Turismo, Cocina y Formulación de Proyectos a la población indígena.