Que las plantas que curan no se pueden coger después de las seis de la tarde"; "que si la persona que las va a coger no tiene buen corazón, es posible que no la encuentre pues la planta se esconde"; "que la puede usar para el 'mal de ojo' de los niños si la soba". Estas son algunas de las creencias y los saberes tradicionales, de las comunidades negras del Chocó, con los que ha crecido la aprendiz del técnico en Enfermería, Claudia Milena Olea Sánchez.
Ella sigue y respeta los conocimientos de su región pero, al mismo tiempo, intenta hacer un puente que le permita aplicar su aprendizaje en salud. Finalmente conecta a las dos realidades a través simuladores de pacientes robotizados, con los que se aprende y apropia de los protocolos para manejar casos de alteraciones cardiacas o digestivas.
Esta tecnología en salud automatizada se practica en ambientes simulados y consiste en atender pacientes maniquís de tercera –una mujer en embarazo y un hombre– que se programan para que expresen diferentes casos clínicos: lloran, respiran, tosen, se les dilata la pupila, se quejan, gimen, generan una frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria y en el caso de la mujer en embarazo, el aprendiz puede evaluar en qué mes será el parto
Simuladores que lloran, tosen, se quedan, gimen, generan frecuencias cardiacas y respiratorias; además de ciclos de una mujer embarazada.
"Estos simuladores fortalecen las competencias del aprendiz ya que se programan eventualidades para que estudien los riesgos que corre la vida de un paciente y además, puedan evaluar si están realizando bien todos los procedimientos", explicó Janneth Esmeralda Pardo, instructora y jefe de taller de la habilidad de Salud y Cuidado Social.
Vale la pena destacar que todo proceso de aprendizaje en la Entidad, para prestadores de servicio de salud, inicia por un área de fundamentación teórica que se desarrolla en ambientes pluritecnológicos.
Luego, pasan a los ambientes de simulación de baja fidelidad, en los que el aprendiz desarrolla el racionamiento crítico y el racionamiento clínico, pues debe dar una solución a los casos hospitalarios. Esta simulación se desarrolla en computador con diversos software de realidad simulada.
Posteriormente, pasan a la simulación de mediana fidelidad en la que se utilizan maniquíes automatizados que posibilitan al aprendiz el desarrollo de habilidades, a partir de la repetición de procesos clínicos.
Después, el aprendiz se encuentra con un equipo de salud en un ambiente real, excepto el paciente. Finalmente el ciclo de formación se cierra con las prácticas, en ambientes reales con pacientes reales.
El SENA ha invertido en programas en áreas de salud de las diferentes regionales; "la Red de Salud ya cuenta con simuladores de mediana fidelidad y recientemente se adquirió la Tecnología Anatomage, que consiste en simulación de baja fidelidad, herramienta para diagnóstico de pacientes", afirmó Gerardo Arturo Medina Rosas, subdirector del Centro de Formación de Talento Humano en Salud del SENA de Distrito Capital.
La mayoría de los aprendices de esta área que participan en WorldSkills Colombia –que finalizó ayer y hoy se clausura en el Hotel Tequendama dando a conocer los mejores en cada habilidad– también hicieron entrenamientos con robots para la competición. Desarrollaron procedimientos detallados para que pudieran superar las diferentes pruebas que se les presenta en hospitalización y educación en salud.
"Los proyectos hacen énfasis en el rol del auxiliar de enfermería, tanto a nivel clínico como a nivel comunitario. El perfil no solo aplica para el área hospitalaria asistencial con un paciente hospitalizado, también en atención como prevención", explicó Marcela Mesa, Jefe de expertos de la habilidad Salud y Cuidado Social.
La chocoana Claudia Milena Olea pone en práctica su conocimiento adquirido para ayudar a la comunidad de su región y, en esta ocasión en WorldSkills Colombia, para enfrentar las pruebas de apendicetomía, cuidado paliativo, alteraciones cardiacas y educación en lactancia, en la que compiten 16 regionales del país.