Con el objetivo de fortalecer y mejorar la calidad de la oferta de formación, así como de modernizar algunos ambientes de aprendizaje, el SENA firmó un convenio de cooperación con AMATROL, empresa estadounidense dedicada al desarrollo y fabricación de soluciones innovadoras de aprendizaje técnico.
El convenio incluye una capacitación a 20 instructores del SENA en las regionales Valle y Norte de Santander, además 240 cursos virtuales dirigidos a 180 aprendices y 60 instructores en temas de seguridad y empleabilidad, prácticas de calidad y medición, procesos de manufacturas y producción y conocimiento del mantenimiento.
Así mismo, se realizará la adecuación tecnológica de dos ambientes de formación, uno en el Centro tecnológico Industrial del Valle y el otro en el Centro de la Industria, la Empresa y los Servicios, de la Regional Norte de Santander.
Teniendo en cuenta que en estos centros se dictan más de mil programas de formación anualmente, se espera que más de 15 mil aprendices y 400 instructores de ambas regionales se beneficien con las adecuaciones.
Para el director general del SENA, José Antonio Lizarazo, “Con estos convenios la Entidad enfoca sus esfuerzos en mejorar la calidad de los programas de formación y prioriza acciones para adecuar infraestructura física y tecnológica en los ambientes de formación, lo que eleva las competencias laborales de los aprendices”.
Por otro lado, Mark Hubbs, gerente de AMATROL para Latinoamérica, expresó que la firma que representa siente la obligación de compartir su amplia experiencia con países como Colombia y afirmó que “Gracias a este convenio los aprendices del SENA aprenderán todas las habilidades requeridas para optar por una certificación internacional en técnicos de producción (CPT), con un perfil competitivo y solicitado por las grandes empresas a nivel mundial”.
Con esta alianza se nivelan los conocimientos tecnológicos y las tecnologías en las Redes de Conocimientos de Mecánica, Materiales para la Industria y Logística y Gestión de la Producción, ofreciendo mayores y mejores oportunidades laborales a los aprendices, instructores y trabajadores del sector.
De igual forma, se elevan los niveles de productividad y de desarrollo económico sostenible y se disminuye la brecha tecnológica que existe actualmente frente a los países industrializados.