Omitir los comandos de cinta
Saltar al contenido principal
SharePoint
Ayuda
Gov Co ENGLISH VERSION
Skip Navigation LinksSENA > Inicio > Sala de Prensa > noticia
Noticias SENA

Skip Navigation Linksnoticia

Noticias SENA



  • Bienestar

    Aprendices que desplazaron de sus vidas el temor de la guerra

    Valledupar (Cesar)
    jueves, 22 de octubre de 2015
    Historias de colombianos que a través de la formación recibida en el SENA han logrado superar barreras y cumplir sus sueños y los de sus familias.
    Aprendices que desplazaron de sus vidas el temor de la guerra
    ​Karen Geney se inscribió en el programa de Salud Ocupacional. Quiere ayudar a mejorar la forma de trabajar de los campesinos y empleados de finca.​
    El desplazamiento forzado que vivió la familia de las hermanas Karen Johana y Norkin Geney Guevara es una historia que permanece en un olvidado rincón de sus memorias y las escenas de esa época solo hacen presencia en su cotidianidad de manera irregular. Ese difícil momento no las atormenta, lo único que mantienen presentes son los deseos de superación que tienen tanto ellas como su hermano José y sus padres Sofía y Fernando.

    Además de ser parte del grupo de más de 6,2 millones de desplazados que tiene el país, los cinco tienen algo en común: el SENA los ha formado.

    “Siempre hay momentos para levantarse y educarse”, comenta Karen.

    Esta nueva aprendiz nació en San Pedro, población ubicada en el Urabá antioqueño, pero cuando tenía 2 años ella y sus dos hermanos fueron trasladados por sus padres a Córdoba.

    “La guerrilla de las FARC operaba en la zona y mi padre no tuvo otra opción que sacarnos de allá. Eso fue un golpe bastante grande porque teníamos que comenzar de nuevo”, cuenta la joven, quien agrega que tuvieron que resguardarse en una parcela de su abuelo paterno en el sector de Buenos Aires La Manta.

    “Quiero tener una mejor calidad de vida. Además, siento que gracias a esta carrera se puede hacer mucho por el medioambiente”.​​​​

    Karen habla pausado, mira fijamente con sus ojos negros a su interlocutor y siempre comenta que los problemas no han superado los deseos de su familia por salir adelante. Como ejemplo de ello indica que hace nueve años su padre hizo tres cursos en el SENA: Mayordomía, Manejo de Leche Cruda e Inseminación Artificial. Su madre también estudió esto último.

    Los dos inscribieron sus hojas de vida en la Agencia Pública de Empleo del SENA, y así él consiguió un trabajo como administrador de una finca en el Valle del Cauca, en donde permanecieron dos años.

    “Estando allí un caballo golpeó a mi padre en un hombro. El propietario del predio lo indemnizó. A él lo volvieron a contactar a través de la Agencia Pública de Empleo para trabajar en una finca cerca de Valledupar, por eso nos trasladamos al Cesar hace tres años”, relata la aprendiz.

    Los cinco volvieron a levantarse como en otra oportunidad. En la actualidad, mientras el padre de familia trabaja en una finca en el municipio San Diego, sus tres hijos buscan un mejor porvenir a través de la formación que brinda el SENA. 

    Norkin Geney, quien empezó a estudiar Tecnólogo en control ambiental en el Centro Biotecnológico del Caribe este último trimestre del año, cree que con el SENA tiene muchas posibilidades de tener un buen futuro laboral. Esto lo dice al ver desde pequeña que sus padres consiguieron trabajo con la intermediación de la institución.

    “Es un privilegio muy grande. Tengo mucha expectativa. Quiero tener una mejor calidad de vida. Además, siento que gracias a esta carrera se puede hacer mucho por el medioambiente. Se pueden dar muchas soluciones”, dice la joven.

    La actividad académica y formativa de los hermanos Geney está relacionada con el mundo rural que han tenido, y debido a esto quieren hacer un aporte a mejorar las condiciones de vida de las personas en el campo y preservar la naturaleza.

    “Me inscribí en Salud ocupacional por los conflictos que he visto en la parte rural. Me di cuenta que a muchos trabajadores de fincas no se les cumple con lo que ellos tienen derecho. Me impactó porque lo viví en carne propia, decidí estudiar esto para poder ayudar”, manifiesta sonriente Karen.

    OTROS SOÑADORES

    Liseth Fonseca no se queda atrás en cuanto de deseos se trata. Esta nueva aprendiz del SENA ingresó a la carrera de Salud Ocupacional junto a Karen para este último trimestre de 2015.
    Además de ser soñadora como su compañera de estudios, Liseth también fue desplazada de su natal Chiriguaná, por la guerrilla, cuando era muy niña.

    “La guerrilla de las FARC operaba en la zona y mi padre no tuvo otra opción que sacarnos de allá. Eso fue un golpe bastante grande porque teníamos que comenzar de nuevo”.

    “Esto obligó a que dejáramos todo. Fue muy difícil para mi mamá. Pero gracias a Dios, ella es muy fuerte y muy guerrera. Siempre hemos estado juntas. Logró que el Estado le diera un subsidio a través de Familias en Acción y con esto pudo iniciar un negocio de venta de carnes”, afirma esta joven negra de 18 años.

    Y es que ella no deja de sonreír, así combate los días cuando a veces estos quieren ponerse difíciles, y le saca el provecho a su formación en el SENA para ejercer su función como experta en salud ocupacional en la zona rural de Cesar.

    La esperanza también acompaña a Claudio Andrés Maestre, de 19 años, quien inició formación en la carrera de Control de calidad de alimentos en el Centro Biotecnológico del Caribe. Ha dejado a un lado la historia del asesinato de su padre y el desplazamiento de su familia en el corregimiento de Patillal, jurisdicción de Valledupar, para dedicarse a la superación personal y a estudiar.

    Él dice que su propósito es superarse cada día y demostrar que puede surgir a pesar de los problemas, “claro está, con ayuda del SENA”.

    De los 115.681 aprendices de la institución en Cesar, 31.835 son víctimas del conflicto armado en Colombia. De este número se destaca que 1.413 están en carreras tecnólogas; 5.456 en programas técnicos; y 24.966 están en cursos básicos y complementarios. La cifra de aprendices desplazados en el país es de 467.898.​
    ​​​​


    MZR/agf
​​


​​​​​​​​​​​