Mochilas, sombreros y manillas que pertenecen a la tradición ancestral de la cultura Wayúu, atravesaron medio plantea (más de 13.000 kilómetros) hasta llegar a la capital de Emiratos Árabes Unidos para ser exhibidos ante propios y turistas de los 77 países, que se dan cita en el Abu Dhabi National Exhibition Center (ADNEC), espacio en el que se disputa la versión 2017 de los WorldSkills, la mayor competencia de formación vocacional del mundo.
Estas artesanías son creadas por las manos de un grupo de mujeres Wayúu –del asentamiento indígena Rincón del Cerezo, municipio de Barrancas, en el extremo sur de La Guajira–, quienes desde la infancia se dedicaron a tejer y dejar un pedazo de historia indígena en cada una de sus creaciones.
“Nuestros tejidos no son un producto más. Las artesanías Wuayúu tienen un valor cultural invaluable, porque estas transmiten una información milenaria a través de los diseños y colores. Esto es arte. Una mochila es como un hijo de nosotros y el primer hilo es el ombligo”, explica Ena Luz Amaya Epiayú, líder de la Asociación de Artesano LuZena, a la que pertenecen estas mujeres, quienes además elaboran chinchorros y mantas guariñes, entre otros accesorios.
Cuenta que se dedican a esta labor porque ha sido transmitida de generación en generación. “Pero dejó de ser solo una tradición para convertirse en una idea de negocio. Nos juntamos 18 mujeres porque lo vemos como una fuente de ingreso. La tejeduría antes lo usábamos como un hobby. Pero nos hemos capacitado, hemos ido cambiando esa mentalidad, lo vemos desde otro punto de vista: para mejorar la calidad de vida de las mujeres de la asociación”.
En 2007, Amaya Epiayú fue aprendiz SENA, y completó su programa de conocimientos en Artesanía. Al año siguiente la nombraron instructora del mismo curso. “El acompañamiento del SENA ha sido fundamental. Nunca nos han dejado solas”, destaca. “A través de este proceso de formación nos han asesorado, por ejemplo, en la parte contable, publicidad y mercadeo; siempre nos están preguntado y haciendo diagnósticos sobre cómo llevar un libro de contabilidad o las combinaciones de los colores, entre otras”, agrega.
Cuando se refiere a su proceso en el Entidad, no duda en hablar de una experiencia muy significativa. “Cuando ingresé al SENA no daba ni para abrir un correo porque le tenía miedo a esos aparatos (computadores) pensando que me pudieran hacer algo. Pero gracias a las capacitaciones que he recibido, ahora envío correos, manejo redes sociales y publico fotos. Qué no hago. Y todo ese conocimiento, experiencia y aprendizaje que se lo comparto a mis compañeras y mis hermanos wayúu”.
Pero no se quedó solo con eso, esta artesana líder ha buscado la manera de relacionarse con otras artesanas del país, quienes poseen un gran recorrido en ferias como la de Medellín y la de Bogotá. “En la capital del país hemos participando los últimos tres años, un espacio en el que logramos hacer intercambio. Es una gran oportunidad para nosotros los indígenas de mostrar lo que hacemos. De este modo, comercialimzamos nuestros productos. La mejor vitrina son las ferias”, comenta Amaya Epiayu.
Ese paso por las principales muestras de artesanías del país les ha permitido conseguir clientes extranjeros en Australia, Canadá y Estados Unidos; sumado a tres intermediarios de China.
“Que nuestros productos sean exhibidos en Abu Dhabi, a propósito de la participación del equipo colombiano del SENA en WorldSkills, resulta muy gratificante. Es otra ventana que se abre en el mundo, lo cual nos anima a seguir adelante. Y esta exportación artesanal Wayúu contribuye para que la cultura no se pierda y nos impulsa a seguir fortaleciendo esto que tenemos”, puntualiza.