Para José Jimmy Ferro nacer a orillas del río Magdalena, en La Dorada, ha sido lo que lo ha llevado a amar la pesca, oficio que ha desempeñado desde que tiene uso de razón y que heredó de su padre y sus abuelos. “Yo estoy voleando atarraya desde la barriga de mi mamá”, comentó con una sonrisa tímida este hombre de 39 años.
Con la experticia propia de una persona que por más de tres décadas se ha curtido la piel de pescado en la arteria fluvial más importante del país, José decidió junto a 16 pescadores del puerto caldense formarse en Emprendimiento en Producción y Comercialización de Especies Piscícolas Agropecuarias en el SENA.
“Yo nunca imaginé que podría aprender a medir el PH del agua, la densidad y mucho menos a construir estanques con requerimientos técnicos para el cultivo de alevinos”, enfatizó Ferro, mientras se balanceaba en la hamaca que cuelga en el punto de acopio de la Granja Piscícola Agropecuaria El Caracol, unidad productiva que hoy es el orgullo de los pescadores emprendedores.
La idea de negocio que nació de la formación complementaria que orientó el Centro Pecuario y Agroempresarial, a través del programa SENA Emprende Rural (SER), ha facturado desde mayo de 2016 unos 20 millones de pesos, que se traducen en 10.602 unidades de pescado comercializados.
Para esta época del año los nacientes empresarios proyectan comercializar 7.500 unidades de pescado en el puerto caldense.
Para Edwin Andrés Romero, otro pescador de tradición, y actual presidente de la unidad productiva, emprender no ha sido un camino fácil, pero asegura que con conocimiento, asociatividad y organización es posible. “Para este mes tendremos nuestra tercera cosecha aprovechando la Semana Santa, aspiramos a tener una producción de 7.500 unidades de pescado”, aseguró.
Luz Adriana Ospina, subdirectora del Centro Pecuario y Agroempresarial de la regional Caldas con sede en La Dorada manifestó que “este es el resultado de la pertinencia de la formación que imparte el SENA, estrategia que le apunta a formar de acuerdo a las dinámicas de los sectores productivos de cada región con el objetivo de facilitar la empleabilidad y emprendimiento exitoso de los ciudadanos”.
La actividad piscícola en La Dorada presenta una fuerte dinámica tanto en la comercialización como en el consumo de pescado debido a la oferta permanente de afluentes como el Magdalena, principal proveedor, seguido de La Miel, Pontoná, Doña Juana y Purnio.