A través de la Certificación en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), otorgada por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) a las unidades de plátano y hortalizas del Centro Agroindustrial, de la Regional Quindío, aprendices del centro de formación contarán con las competencias laborales pertinentes para producir alimentos con calidad e inocuidad.
Este proceso iniciado en enero de este año involucró de manera importante a los aprendices, toda vez que fueron ellos los encargados de cumplir con los tres ejes centrales para alcanzar el objetivo.
Se dará uso racional de los agroquímicos, la organización de las áreas relacionadas con la producción y registros de las labores agrícolas, así como la capacitación del talento humano.
“Era necesario que el centro, y en especial la finca La Sirenita, contara con una certificación en BPA que sustentara el proceso formativo, con la realidad de tener un espacio pedagógico abierto, que le permita a los aprendices replicar el proceso en las unidades agrícolas productivas de la región y del país”, aseguró Néstor Fabio Jiménez, subdirector del Centro Agroindustrial.
La estandarización de todos los procesos productivos de las hortalizas y el plátano es fundamental además para proveer, a la Tienda del Aprendiz, productos agrícolas de la mejor calidad, preservando la salud de los consumidores.
“La esta certificación es un motivo importante para seguir trabajando porque nuestros productos agropecuarios tengan sus procesos estandarizados”, dijo Juan Ricardo Gómez, instructor, gestor y encargado del proceso de certificación.
Con la certificación se logran objetivos como el uso racional de los agroquímicos, la organización de las áreas relacionadas con la producción y registros de las labores agrícolas, la capacitación del talento humano y la instalación de la señalización requerida por la norma, todos ellos calificados con el 100% de cumplimiento.
“Para los aprendices es un ejemplo claro y tangible de los beneficios que se obtienen al estar certificados, toda vez que conocen de primera mano las ventajas que tienen las BPA calificadas”, precisó Octavio Gil, líder departamental de Inocuidad Agrícola del ICA, Seccional Quindío.
Las circunstancias actuales de la agricultura mundial y nacional, las exigencias de los clientes y consumidores, así como la presión sobre los recursos naturales, le exigen al SENA orientar procesos de formación que conlleven a una producción agrícola cada vez más limpia y respetuosa de los recursos naturales; también tener procesos estandarizados al interior de la unidad agrícola, con el fin de asegurar que los alimentos producidos estén libres de contaminantes químicos, físicos y microbiológicos que puedan afectar la salud de las personas o de los animales que consumen materias primas transformadas y contaminadas.