Desde la época colonial se ha considerado a la porcicultura como una de las principales actividades que contribuye a satisfacer las necesidades alimenticias del pueblo colombiano. En la actualidad, esta actividad cobra mayor importancia debido al gran aumento de población que se presenta en nuestro país, lo que provoca una mayor demanda alimentaria.
Esta realidad, sumada a las dificultades que afronta el sector ganadero –particularmente en Caquetá–, como consecuencia de los tratados de libre comercio, es aprovechada por el SENA para generar nuevas alternativas para los campesinos desarrollando un interesante proceso de formación técnica en producción porcina.
La vereda El Paujilito, de este municipio de norte del departamento, fue el escenario ideal de esta primera experiencia, en donde 18 aprendices campesinos conocieron todo lo relacionado con la crianza y levante de cerdos, cuyo objetivo fundamental era que los animales se alimentaran con vegetales cultivados en la misma granja.
Los aprendices conocieron todo lo relacionado con la crianza y levante de cerdos, con el fin de que los animales se alimentaran con vegetales cultivados en la misma granja.
"Durante la formación incorporamos nuevos modelos eficientes y sostenibles en la nutrición porcina, con criterios técnicos en formulación y fabricación de raciones para las diferentes etapas productivas de los cerdos, adaptadas a las condiciones climáticas de la zona, como los cultivos de maíz, morera, bore y caña", explicó el instructor John Jalver Perdomo.Los primeros resultados de esta experiencia llevó a aprendices a crear el proyecto integral sostenible en producción porcina Granja La Esperanza, una iniciativa que fue presentada a la alcaldía del municipio para buscar recursos económicos que posibiliten su impulso y desarrollo.
"La acción formativa y el acompañamiento de SENA ha sido fundamental para nosotros. Estamos criando cerdos sanos, alimentados con lo que nosotros cultivamos y la productividad es realmente alta que hace que su comercialización no sea complicada", dijo Mauricio Vargas, uno de los integrantes de La Esperanza.
Entre tanto, el alcalde de El Paujil, Rodrigo Andrés Castro, aseguró que "estamos buscando el mecanismo que nos permita apoyar este proyecto de nuestros campesinos".
Mientras los emprendedores esperan el apoyo económico de la Alcaldía, los aprendices paujileños continúan cultivando maíz, morera y bore, para alimentar a sus cerdos que disfrutan de este alimento y así aumentan su peso y tamaño.
De igual forma, cumplen con uno de los principios de la supervivencia, que consiste en aprovechar la oportunidad; por ello se salen del tradicional uso de concentrados para emplear la alternativa natural de alimentación natural que es más económica y genera altos rendimientos.
A los animales se les puede alimentar con raciones muy diversas: frutas, Legumbres, hortalizas, forrajes verdes, harinas de carne, entre otros.
La experiencia de los dueños de La Esperanza demuestra que en regiones como el Caquetá, los productores pueden migra gradualmente hacia la porcicultura, porque las nuevas alternativas de alimentación generan un margen de ganancia significativa y además es poca la inversión que se debe hacer en comparación con la ganadería.
Ventajas de la cría de cerdos
- Produce gran cantidad de carne con poco dinero. Por 3 o 4 kilogramos de alimento, produce un kilo de carne; en cambio, la vaca necesita de 8 a 10 kilogramos para producir un kilo de carne.
- Comparado con el ganado vacuno, caballar, lanar o caprino, su período de gestación es más corto. Se reproducen rápidamente, puesto que las cerdas paren dos veces al año, dando de 8 a 12 lechones por parto.
- Se les puede alimentar con raciones muy diversas: frutas, Legumbres, hortalizas, forrajes verdes, harinas de carne, entre otros. Ayuda a la productividad de los campos, cuando se utiliza su excremento para abonar las tierras de cultivo.
- Su resistencia al medio ambiente es mayor que en otros animales.
- La carne es de las más apreciadas por su sabor.
- Se puede explotar: en confinamiento o de forma intensiva, al pastoreo o de forma extensiva y mixta.
- En su explotación no se desperdicia absolutamente nada, se aprovecha su carne, vísceras, sangre, piel, grasa, pelo y huesos.
- Se puede combinar con otras actividades agropecuarias como la agricultura y la fruticultura