Durante los primeros cinco meses de 2013, 9.433 personas han muerto de manera violenta en Colombia. El número de muertos llenaría el 65% de la Plaza de Toros La Santamaría de Bogotá o 2,4 veces el Teatro al Aire Libre Carlos Vieco en el Cerro de Nutibara, en Medellín. Un experimento social liderado por el músico César López, se propone, por tercer año consecutivo, intentar cero muertes violentas durante un día.

24 horas con 0 muertes violentas es una jornada ciudadana que busca reflexionar sobre el valor y el cuidado de la vida a través de la música. Según López, “En la primera jornada (el 2 de octubre de 2010) logramos una reducción del 50% en muertes violentas, y el año pasado, según Medicina Legal y la Policía, se alcanzó un 75%”.

El Instituto Nacional de Medicina Legal indica que el Valle del Cauca fue el departamento con el mayor número de muertes violentas con 1.848 casos, seguido de Antioquia con 1.257 y Bogotá, en tercer lugar, con 936. Del total de muertes, 8.222 fueron hombres y 1.207 mujeres; 4.916 de los decesos fueron homicidios, 2.058 accidentes de transporte, 805 accidentales y 619 suicidios.

Según esa entidad, en el mayor número de casos de homicidios, víctima y victimario se conocían, ya que por lo general los agresores son amigos o parientes de la víctima. Los organizadores de la movilización creen que la tercera versión de 24-0 se constituye en un ejercicio de sensibilización ciudadana como un medio de transformación social. El escenario este año es el SENA.

 “Hay una evolución del proceso. Nosotros empezamos hace tres años y hemos ido concretando la necesidad de que no sea sólo de un día. Hemos llegado a una conclusión, que no es nueva, y es que hay un link necesario entre educación y paz. Uno no puede pretender la paz si no prepara los cerebros para eso. Pensamos que el SENA es el epicentro de la preparación de los seres humanos que hacen la paz en este país”, afirmó César López.

La jornada empieza el 2 de octubre a las 12 del día. Son 24 horas con un mensaje positivo para el país desde el Complejo de Paloquemao del SENA en Bogotá. Para el artista, “Se trata de la reflexión sobre el cuidado de la vida, y que la vida suba de precio otra vez. Que nunca a nadie le cueste la vida pensar diferente, ser de un equipo de fútbol distinto, ni las ideas políticas disímiles y así estaremos avanzando como sociedad”.

Desde el departamento de Bienestar al Aprendiz del SENA, se adelantan acciones para fomentar la paz al interior de la entidad. “El hecho de que los aprendices se vinculen a la jornada 24-0, envía un mensaje contundente al país, y es que son acciones afirmativas como estas las que permiten mostrar la clase de colombianos líderes que está formando el SENA. Es decirle a Colombia que sí es posible trabajar en equipo con un mismo propósito. No hay nada más revolucionario que ver a nuestros aprendices componiendo canciones para el evento y trabajando en cada uno de sus centros, y todo con el respaldo de la Directora General”, afirmó Eliana Sandoval, líder de Bienestar al Aprendiz.

La idea de fomentar la no violencia, según el colectivo 24-0, la construye toda aquella persona, organización o movimiento social que promueva el respeto por la vida, organizaciones de base, sectores educativos, artistas, iglesias, entidades estatales, sectores empresariales y medios de comunicación.

“Esperamos que quede una reflexión. Que la gente se mueva mucho entorno a esto, que queden preguntas en el aire, que podamos ir concretando hacia 2014 una propuesta más sólida de educación para la paz”, expresó López.

Para Laura Nataly Manrique, aprendiz del Centro de Gestión Administrativa, “El concierto de todo un día demuestra que el SENA le apuesta a una Colombia en paz y sin violencia, que los aprendices SENA nos formamos para un futuro mejor y rechazamos todo acto de vandalismo”.

Entre los invitados al gran concierto están: Sebastián Yepes, Pluto, Tayrona Beat, Musa y Son, Santiago Cruz y Canserbero, entre otros. La cuota musical del SENA está a cargo de Arturitoband, En blanco, Ruth Cuastuza Rodríguez y el guitarrista Tonny Abella.

La escopetarra: símbolo de reconciliación

Una de las protagonistas de la jornada es la escopetarra, un instrumento que nació de una escopeta y fue convertido en guitarra, cuando en un club de Bogotá, junto a López, un soldado cuidaba la zona parado en la misma posición con su fusil que César con su instrumento. Le resultó curioso que dos objetos que se cargan de la misma manera tengan propósitos tan diferentes. “La escopetarra, además de ser un objeto de ingeniería bien fabricado, es un mensaje que se relaciona con la construcción o edificación del cerebro: preparar los cerebros para hacer la paz”, explica el artista capitalino.

Hace unos días, tres desmovilizados de grupos al margen de la ley le hicieron una entrega simbólica a López: tres escopetas para ser convertidas en instrumentos musicales, herramientas de paz: “Una va a quedar en manos de la Unidad de Víctimas y la otra es para el Centro de Memoria Histórica. Son dos entidades que trabajan por aclarar qué es lo que ha pasado en este país y por qué pasó”.

Los mensajes para los colombianos de parte de la iniciativa son claros: uno, es que se pretende seguir intentando llegar al número cero en muertes violentas. Dos, que se trata de un ejercicio independiente, de ciudadanos para ciudadanos, que se debe medir no sólo en cuánta gente se salva o cómo se reduce esa cifra, si no también cuánta gente se suma al tema del respeto a la vida, cuánta gente se manifiesta, se organiza, asiste, conversa el tema.