Trescientas personas pertenecientes a esta etnia, que habitan entre el Urabá antioqueño y chocoano, empezaron a recibir formación en el marco del Plan Salvaguarda, que busca la protección de los derechos fundamentales de 34 pueblos indígenas afectados por la violencia, y que además corren el riesgo de extinguirse.
Este Plan se formuló desde 2009 por la Corte Constitucional y en el intervienen varias instituciones como el Ministerio de Interior y de Justicia, el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), la Gobernación de Antioquia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y el SENA.
Precisamente, dando cumplimento a lo allí estipulado y aportando al mejoramiento de la calidad de vida de estas comunidades, el SENA incluyó este año a los Gunadule dentro de la formación que brinda a los indígenas.
En Colombia la etnia Gunadule tiene más de 2 mil personas, distribuidas en las comunidades Caimán Alto, Caimán Bajo y Arquía, mientras que en Panamá la cifra asciende a 68 mil; así lo registra el último censo indígena, realizado en 2013.
En Colombia la etnia Gunadule tiene más de 2 mil personas, distribuidas en las comunidades Caimán Alto, Caimán Bajo y Arquía, mientras que en Panamá la cifra asciende a 68 mil.
Contabilidad y Finanzas, Diseño de Artesanías y Productos en Mola, Mercadeo, Procesos Administrativos y Manejo de Residuos Sólidos, hacen parte de la formación complementaria que reciben.
Jobita Gonzalez Santacruz, beneficiaria de la formación que se brinda en el resguardo Caimán bajo, expresó que "con el SENA aprendemos muchas cosas útiles, por ejemplo sacamos provecho de las Molas que hacen parte de nuestra cultura y con ellas hacemos mochilas, bolsos y accesorios; ahora con todo lo que estamos aprendiendo ya podemos exhibirlas en varias ciudades del país”.
La comunidad Gunadule, históricamente ha sido una de las más afectadas por el conflicto armado que azota el país, por lo que cerca del 15% de los integrantes de la etnia, posee un familiar que ha sido víctima de la guerra entre grupos armados.
“El cumplimiento de este plan es prioritario para garantizar la supervivencia y legado cultural de los 34 pueblos indígenas protegidos por la Corte Constitucional, entre los que se encuentran los Gunadule del Urabá”, afirmó Según Elkin Humberto Granada Jiménez, Subdirector del Complejo Tecnológico Agroindustrial, Pecuario y Turístico.
Cada una de las formaciones que imparte el SENA en estas comunidades obedece a las necesidades presentadas por ellos, así contribuye a su desarrollo económico y social, preservando sus raíces ancestrales; es por esto que en el mediano plazo se espera incrementar el número de indígenas formados de diferentes etnias.