También son antagonistas de la indiferencia, tienen prohibido el conformismo y son aquellos que desde sus proyectos, ideas e historias de vida se atreven a cambiar el mundo, a los que nunca se les acaba la pila.
Uno de estos héroes es José Estrella Candre Ducha, aprendiz del Centro para la Biodiversidad y el Turismo de la Regional Amazonas, un joven indígena Okaina de la comunidad Cordillera que se ubica en el corregimiento de La Chorrera. A sus 15 años, una serpiente cuatro narices –como es conocida– lo mordió en su pierna izquierda; la desafortunada urgencia hizo que por primera vez saliera de su territorio.
"A los tres días de haberme mordido, a las ocho de la mañana, me amputaron la pierna sin consentimiento; no había nada más que hacer. Mi traslado a Bogotá se demoró mucho, es que las comunidades indígenas vivimos muy apartadas y en el centro médico de mi región no tenían suero antiofídico cuando llegué", tímidamente, José recuerda ese episodio y luego sonríe sutilmente, "y hoy estoy aquí".
El Festival también estuvo llenó de historias cargadas de arte, que a partir de un trabajo comunitario le roba niños a la guerra.
En el Teatro Metropolitano de Medellín, en el que se abrió el telón y se encendieron las luces para iluminar a los más de mil líderes nacionales y extranjeros que, durante tres días, se reunieron en Héroes Fest: un encuentro que permitió crear un movimiento basado en la colaboración para ir construyendo un futuro diferente en cada rincón de Colombia.
José Estrella hacía parte de estos héroes, y de los 110 que durante el festival representaron y enorgullecieron a la Entidad más querida por los colombianos: aprendices, instructores, empresarios, grupos de investigación de SENNOVA, líderes de bienestar y de Tecnoparque, aportaron a potenciar el cambio desde sus historias de vida, proyectos e ideas en educación, innovación, emprendimiento, ciencia y tecnología.
"Yo me considero un héroe por los grandes avances que he tenido a pesar de tantas dificultades; porque no me dejé vencer pese a que quise terminar con mi vida por verme en la situación que me encontraba, sin pierna, porque para ese entonces no sabía aún que era una prótesis". A este joven Okaina, una fundación que trabaja por los indígenas le donó la prótesis unos cinco años después de su accidente, y además, lo impulsaron a terminar su bachillerato.
Cuando estaba en el colegio conoció la Entidad y quiso seguir adelante, fue así como desde el año pasado decidió estudiar una técnica en formulación y gestión de proyectos agropecuarios. "Yo elegí estudiar en el SENA por nuestra cultura, ya que se ocupa mucho de la agricultura y la agropecuaria; todo lo que estoy aprendiendo es para ir aplicando en mi comunidad Cordillera, para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y en especial de jóvenes como yo que no han salido de allí".
Fue la primera vez que en Colombia se reunieron tantos héroes para aportar desde su experiencia y cocimiento a la transformación del país.
El Festival también estuvo llenó de historias cargadas de arte, como la de John Barnaby Lozano, aprendiz de Control de Calidad del Centro de Formación en Diseño, Confección y Moda, que desde su trabajo comunitario le roba niños a la guerra.
"El proyecto es una escuela de hip hop que tiene varias sedes en las diferentes comunas de Medellín; a esta red de escuelas cada vez están llegando más personas, hay grupos conformados por 20 y hasta 70 personas, esto en realidad está trascendiendo. Por eso, de Héroes Fest espero absorber todo lo que más pueda, eso que yo sepa que le puede ayudar a otro".
Barnaby trabaja para evitar que la guerra destruya el futuro de muchos jóvenes, eso es transformar un país, eso lo convierte en héroe. Pero a Magnolia Vásquez, aprendiz del Técnico en Producción Agropecuaria de la Regional Vaupés, la convierte en heroína su aporte a la sociedad como mamá, esposa y estudiante. A sus 42 años, y luego de sufrir el flagelo del desplazamiento en el año 2003, cuando el conflicto armado azotaba a Mitú, inició un proyecto junto a otras mujeres que busca crear huertas autosuficientes en cada casa.
"En Vaupés, por lo alejado del centro del país llegan los productos muy costosos, por eso adelantamos un proyecto que busca que cada familia tenga su propia huerta", contó sobre su iniciativa e igualmente muy segura respondió por qué se considera una heroína: "héroe no es aquel que da la vida por alguien, es aquel que se propone hacer lo que quiere, y yo a pesar de ser esposa, madre de seis hijos, entre ellos una niña con discapacidad, no me he quedado ahí".
"Los héroes sí existen, porque son aquellas personas que tengan poco o mucho te ayudan a sobresalir", José Estrella de la Comunidad Okaina.
Como Magnolia, otras mujeres emprendedoras, con historias de vida que erizan la piel, se convirtieron en protagonistas del cambio.
Fue la primera vez que en Colombia se reunían tantos héroes para aportar desde su experiencia y cocimiento a la transformación del país. Entidades como Innpulsa, Colciencias y el SENA se unieron para hacerlo posible.
"Las tres instituciones más importantes del sistema ciencia, tecnología e innovación de este país, pensamos en organizar un gran festival que reuniera las mentes más brillantes del emprendimiento e innovación en el mundo, no solo de Colombia. Así empezamos, buscando mil héroes que tuvieran qué contar, que pudieran inspirar a otros", entusiasmado por ver la acogida que tuvo Héroes Fest, comentó Carlos Lugo, coordinador del Sistema de Investigación, Desarrollo Tecnológico e Innovación del SENA (Sennova).
Y como si de repente hubiera olvidado decir lo más importante, concluyó: "La participación del SENA no podía limitarse solamente a la inversión, lo más relevante era rescatar esas historias de los héroes y heroínas que tenemos en la Entidad: instructores que cambian vidas, aprendices que transforman sociedades. Los héroes que están aquí son la representación de los millones de jóvenes que año a año pasan por la Entidad".
Jaime Alberto Jiménez es uno de esos instructores que transforman vida, y quien recientemente ganó el primer puesto en la categoría Innovación del Premio a la Excelencia –que la Entidad otorgó a sus mejores instructores-. Es de la Regional Bolívar del programa de producción con poliéster reforzado, y en Héroes Fest una historia se robó su corazón.
"Me dijo: te quiero ver sin muletas, te quiero ver caminando y te voy hacer la prótesis", así resume su tocayo, porque ya no solo comparten un sueño, también su segundo nombre y apellido, el aprendiz Johan Alberto Jiménez, el momento en que este instructor le da una de las noticias más felices de su vida.
Johan tuvo un accidente automovilístico en la navidad del 2011, tuvieron que amputarle su pierna izquierda y su sueño en el fútbol profesional colombiano se acabó. Nunca a dejado de sonreír, tiene una risa que contagia y hoy se forma en el SENA como Tecnólogo en Entrenamiento Deportivo.
Como José Estrella, el héroe de la comunidad Okaina que inicia esta historia, Johan pronto tendrá su prótesis y podrá dejar sus muletas. "Los héroes sí existen, porque son aquellas personas que tengan poco o mucho te ayudan a sobresalir", expresó este aprendiz, con un gesto de agradecimiento.
A Héroes Fest también llegó otro joven indígena, Diomedes Izquierdo de la comunidad Arhuaca del resguardo Nebusímake en la Sierra Nevada de Santa Marta, quien actualmente se encuentra como aprendiz interno del Centro Biotecnológico del Caribe de la Regional César. Él estudia un Técnico en Producción Agropecuaria, y al igual que sus demás compañeros asistentes al Festival, transmitirá su conocimiento en pro de lo suyos para que aprendan a manejar todos los recursos que les brinda la naturaleza.
Diomedes fue uno de los asistentes a los que más se acercaban los demás héroes para intercambiar historias, y él siempre dispuesto, aunque con cortas palabras y en un tono muy pasivo compartió su experiencia. Para el SENA dejó un mensaje "quiero decirle que nos siga ayudando para que la comunidad Arhuaca continúe estudiando y tenga la oportunidad de aprender".
"Gente emprendedora es lo que necesita Colombia en estos momentos", Otaliver de Jesús Gallego, joven de 17 años que sueña con ayudar a su región.
Cada uno de los aprendices, cada héroe, recorrió y disfrutó a su gusto de los 22 talleres que en simultanea se dictaban en el pabellón verde de Plaza Mayor, otro de los escenarios que estuvo dispuesto para el conocimiento en temas como Robótica, Nanotecnología y Animación Digital; tres talleres que puntualmente ofreció el SENA a los asistentes durante el último día del Festival.
Empaparse de historias y poder llevar consigo todo lo aprendido a su Regional Huila, fueron una de las cosas que más motivó a Otaliver de Jesús Gallego , aprendiz tecnólogo en Gestión Empresarial . A sus 17 años, este joven demuestra desde su labor social que tan fácil puede ser ayudar a las personas necesitadas, y que el compromiso y la perseverancia son fundamentales para lograr lo deseado.
Ota, como le dicen de cariño, dicta clases de aeróbicos y a cambio pide una tapa o ladrillo para obras sociales o ayudar a los niños en la lucha contra en cáncer. "Gente emprendedora es lo que necesita Colombia en estos momentos", comentó.
María del Mar Palau, la viceministra de Desarrollo Empresarial en el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, no se perdió la oportunidad de conocer estos líderes del cambio: "Qué resaltar de los héroes del SENA, que hoy están diciendo que no solo nos vamos a educar para el trabajo, nos vamos a educar para transformarnos, nos vamos a educar para trascender y sobre todo nos vamos a educar para cambiar la mentalidad del país; para creernos el cuento de que sí somos capaces".
Un conversatorio entre el cofundador de Apple, Steve Wozniak y el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, cerró la primera versión de Héroes Fest. Nuestros aprendices, los archienemigos del egoísmo –como se los inculcaron en cada charla inspiradora y taller creativo-, hoy se encuentran de nuevo en su regiones para compartir todo el conocimiento que les dejó el Festival.
"Un héroe es una persona que reta todo lo difícil y que alcanza su objetivo" puntualizó José Estrella.