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  • Bienestar

    Formación en medio de la selva

    Carurú (Vaupés)
    sábado, 07 de diciembre de 2013
    En uno de los departamentos de Colombia con más diversidad étnica, el SENA adelanta acciones de formación con las que se amplía el horizonte de progreso en la mágica región.
    La Colección Arco iris, permitió no sólo presentar el resultado de la formación en Modistería, sino además, integrar a toda la comunidad alrededor de una actividad poco frecuente en esa apartada región.

    Para llegar a este municipio del occidente del departamento, en límites con Guaviare, solamente se puede hacer en avión carguero o avioneta.

    Allí no se dispone de servicio de energía permanente; ésta solo puede usarse por pocas horas al día e incluso el servicio de internet no es muy bueno.

    Todo ello no opaca la majestuosidad de la localidad situada sobre el río Vaupés y que junto con Mitú y Taraira, integran el trío de municipios del Vaupés, que se complementan con los corregimientos departamentales de Pacoa, Papunaua y Yavaraté, y los corregimientos municipales de Villafátima y Acaricuara.

    Grandes retos plantea Carurú a quienes quieren llegar allí, pues por carecer de vías terrestres para su comunicación exige desplazamiento de dos horas de vuelo desde Villavicencio o 45 minutos en pequeñas avionetas desde Mitú.

    Precisamente, todo ésto motivó a Yudy Milena Peña Mateus, para que en su calidad de subdirectora del Centro Agropecuario y de Servicios Ambientales Jirijirimo, de la Regional Vaupés del SENA, decidiera ir a esa región apartada aceptando la invitación formulada por el alcalde de Carurú, Yimer Gustavo Bareño, donde analizó las posibilidades de lograr una alianza que se cristalizó y permitió dar inicio a dos formaciones: Técnico en Contabilidad y Técnico en Sistemas.

    Pero, cumplir el rol de instructores allí no es nada fácil, pues implica dejar su estabilidad y enfrentarse a importantes retos ante los cuales no declinan, pues prevalece el deseo de sacar adelante a los pobladores, a quienes se les dedican incluso los sábados, lo que ha permitido avanzar con una formación de Jóvenes Rurales Emprendedores y una complementaria en Modistería. 

    Al carecer de vías terrestres para su comunicación, se exige desplazamiento de dos horas de vuelo desde Villavicencio o 45 minutos en pequeñas avionetas desde Mitú.​

    UN ARCO IRIS DE COLECCIÓN

    Gran expectativa generó la idea de realizar un desfile de modas como cierre del curso de Modistería, lo que estimuló a los aprendices a participar activamente, convocando la presencia de niños, jóvenes y personas adultas que lucieron las prendas de vestir elaboradas con las seis máquinas de coser que fueron aportadas por la Alcaldía.

    Con el nombre de Colección Arco iris, se presentó una gran variedad de diseños de prendas, con ingenio y creatividad que incluso hicieron pasar desapercibido el detalle de utilizar una misma tela. Fue además, una buena forma para brindar esparcimiento a la comunidad y a las autoridades de ese municipio, que vivieron la experiencia de la primera versión de este tipo de eventos.

    Al final, los aprendices lucían felices de recibir el certificado del curso complementario en Trazo corte y confección de falda, sueño cumplido que no queda ahí porque, tal como indicó Yudy Milena Peña Mateus, subdirectora del Centro Agropecuario y de Servicios Ambientales Jirijirimo, de la Regional Vaupés: “El SENA entra a impartir la formación para que se organicen y puedan generar algunas iniciativas de em​prendimiento”, lo que permite continuar el recorrido en la búsqueda de mejores oportunidades para ellos, sus familias y la comunidad en general en la región en la que hay 26 etnias, uno de los departamentos con más diversidad étnica.  

    A través de una formación complementaria se certificaron 45 personas pertenecientes a las etnias Cubeo, Desano, Tucano, Carapana, Cabillari y mestizos.​

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    ESCENARIO PARTICULAR

    Precisamente esa diversidad que hace del Vaupés algo especial, fue inspiración para ofrecer una formación complementaria en Producción de material vegetal en viveros bajo contexto intercultural, respondiendo a una solicitud de la Alcaldía de Carurú.

    Esta formación se ajusta al contexto de Carurú ya que los aprendices en su mayoría población indígena, desarrollan habilidades y destrezas para el establecimiento de viveros en contextos interculturales, que se configura como una alternativa de formación, producción apropiada y pertinente a los territorios colectivos”, explica la instructora Nancy Esther Alemán Hernández.

    Se certificaron 45 personas pertenecientes a las etnias Cubeo, Desano, Tucano, Carapana, Cabillari y mestizos.
    Nancy destaca que el balance es positivo teniendo en cuenta que “la prestación de servicios del Centro atiende con formación profesional integral a comunidades apartadas, a donde llega el instructor para interactuar y fortalecer las capacidades laborales de sus habitantes”.

    Esta instructora nativa, a quien el manejo de lenguas propias le permite mejor comunicación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, considera una ventaja ser de la región indígena nativa, de la etnia Desana; ella habla cuatro lenguas nativas: Cubeo, Desano, Tucano y Guanano.

    Nancy es egresada del SENA, en Manejo y aprovechamiento de bosques, de los primeros técnicos profesionales que el Centro promocionó en el año 2000. 

    COMPROMISO COMPARTIDO

    El rol del instructor no sería posible si no se contara con la interacción y la participación activa de los aprendices, uno de ellos fue Juan Alexander Leiter, quien vive en Carurú y considera que lo aprendido en el SENA le ayudó mucho: “Para realizar cualquier trabajo no me queda difícil porque ya es de mi conocimiento”, precisa el joven que trabaja ofreciendo asistencia técnica agropecuaria en su municipio.

    Al referirse al empeño de los aprendices, en su interés por salir adelante, la instructora Elizabeth Rodríguez, quien debió radicarse tres meses en esa apartada región, destaca: “De ellos aprendí, pues fueron muy responsables, muy puntuales y excelentes en todos los trabajos que hicieron”.

    Elizabeth agregó que además de la formaci​ón, se logró la caracterización de la población para ver qué les hacía falta en su entorno y cómo estaban en su comunidad, de tal forma que la Entidad pudiera dar respuesta efectiva a las necesidades de formación de esa localidad, demostrando que se pueden unir voluntades para llevar conocimiento y ampliar un horizonte de progreso para esa mágica región.​​



    DEB/agf
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