A través de la formación en construcción los aprendices de este sector ubicado en el barrio Salazar, adquirieron competencias en adecuación de casas o edificaciones de uno y dos pisos.
“Estamos tratando de hacer una fusión entre el sistema liviano y la guadua que es la base constructiva de las viviendas del sector”, aseguró el instructor Ricardo Lara Gracia.
Esta modalidad de edificación se ha convertido en una gran alternativa para mejorar la estructura de las viviendas en esta zona del país y el SENA regional Quindío a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico de la Construcción y la Industria, traslada instructores por todo el Quindío y departamentos cercanos que lo demanden con el fin de brindar formación en este campo.
Estas personas hoy conocen un arte diferente, un sistema constructivo que a muchos de ellos les permite visualizar su futuro con mayor optimismo, además de recobrar la confianza en sus capacidades.
“La estructura en Drywall permitirá mejorar las viviendas, por esto hemos intervenido 5 de ellas reforzado paredes y construido mesones, lo que además de mejorarlas nos sirve para ampliar las opciones de empleabilidad”, dijo Jairo Ferney Gonzalez, líder comunitario.
A sus 32 años, Leonisa Arenas es madre de 3 hijos y se dedica a la venta de frituras, ella en compañía de sus vecinos también recibe esta formación complementaria “la clase me ha parecido muy buena ya que hemos aprendido a mejorar nuestras casas que tanto lo necesitan; el SENA también ha aportado los materiales y eso nos ayuda mucho en el desarrollo de la formación’ señaló.
Estas personas hoy conocen un arte diferente, un sistema constructivo que a muchos de ellos les permite visualizar su futuro con mayor optimismo, además de recobrar la confianza en sus capacidades.
El barrio Salazar en Armenia cuenta con 250 habitantes, allí personas de todas las edades conviven en medio de la escasez y el deseo inagotable de salir adelante. Es un sector marginado construido en un alto porcentaje con bahareque; esto acentúa su vulnerabilidad ante las inclemencias o los movimientos telúricos.
Este sector es conocido en Armenia como uno de los que registra mayor consumo y expendio de alucinógenos; razón por la que hizo parte del listado de las llamadas ‘ollas’, que en abril de este año la Presidencia de la República pidió que fueran intervenidas por la Policía Nacional.