Jóvenes a lo bien' es una alianza estratégica entre agencias internacionales, el SENA, autoridades locales y de policía, con el fin de ofrecer a jóvenes y familias vulnerables, formación profesional e integral en sus barrios, que les permita tener una vida útil a la sociedad; el programa está enfocado en contrarrestar problemas de pandillismo, bandas de delincuencia común, sicariato y barras bravas.
Este año, en una de sus visitas al barrio Mirador del Norte –uno de los lugares más azarosos en Bucaramanga–, el intendente Freddy Pradilla, encargado de esta estrategia en la ciudad, fue a darle a conocer a la comunidad de este sector, la posibilidad de mejorar su calidad de vida.
"En este barrio las cosas son complicadas porque no hay mucho por hacer y uno es recriminado cuando va a buscar un trabajo, pero uno tiene ilusiones, sueños, ganas".
"A mí me contaron unos amigos que se la pasaban en la calle, que eso era como interesante. Yo fui a la charla, me gustó y decidí meterme". Así recuerda Pedro Nel Mosquera Barbosa, el momento en el que, sin muchas expectativas, sintió que las cosas para él iban a cambiar.
"Antes de esto me dedicaba a la vagancia. Me la pasaba en las esquinas del barrio consumiendo drogas y robando. Luego me metí de moto taxista, pero me suspendieron la licencia. Gracias a Dios tuve la oportunidad, por medio de la policía y el SENA, de llegar a este programa."
Desde 2010, el SENA hace parte de 'Jóvenes a lo bien'. En diciembre de 2013, la Entidad estableció un convenio formal con la Policía Nacional cuyo objeto es brindar apoyo en formación y emprendimiento a esta población para mitigar su condición de vulnerabilidad social. Actualmente hay en Bucaramanga 3 grupos de formación en panadería y dos en San Gil de joyería y belleza.
"Cuando yo ingresé, empecé de una vez los programas con el SENA. Primero me dieron un curso de emprendimiento. Luego un curso de panadería, allí aprendí a hacer tortas, brazos de reina y rollos suizos. Ahora estoy en un nuevo nivel aprendiendo a hacer diferentes panes", asegura Pedro Nel.
A sus 35 años, soltero y con cuatro hijos, este hombre reconoce que "la estaba embarrando" con sus comportamientos y que gracias a un llamado espiritual se motivó a cambiar.
"Ésta ha sido la mejor decisión. En este barrio las cosas son complicadas porque no hay mucho por hacer y uno es recriminado cuando va a buscar un trabajo, pero uno tiene ilusiones, sueños, ganas; solo faltan oportunidades como estas. Ahora estoy feliz, me he despegado de eso que no me servía y soy un ejemplo para mis hijos, quienes también me colaboran y me inspiran a seguir adelante".
Teniendo como base la formación del SENA, decidió que pese a los obstáculos, iba a darle forma a su idea de negocio. Confiado en que estaba preparado para elaborar productos de primera calidad, se las ingenió para iniciar la producción y venta de tortas.
"Yo hacía las tortas y mi familia y mis amigos me decían que eran muy ricas, entonces me puse las pilas. Vendí un televisor para comprar el horno y me inventé una batidora hechiza porque la industrial es muy cara; los insumos los voy consiguiendo de las ganancias. Trabajo de lunes a viernes y vendo 20 tortas diarias. Me quedan fijos 60 mil pesos al día y al mes es un buen sueldo".
Teniendo como base la formación del SENA, Pedro Nel decidió que pese a los obstáculos, iba a darle forma a su idea de negocio.
El intendente Pradilla, fue a visitarlo y además de probar sus tortas, compartió con él, la felicidad del deber cumplido.
"La Policía busca un acercamiento hacia los jóvenes que son vulnerables y presa fácil de los delincuentes. Gracias a esa alianza que tenemos con el SENA, una institución que mantiene sus puertas abiertas, logramos que estos jóvenes se metan en la vida legal", afirma el Intendetente.
Pero eso no es todo para Pedro Nel, quien dice que apenas empieza el camino que ya tiene proyectado recorrer. "Lo principal ahora es conseguir apoyo económico para comprar la maquinaria industrial y poder iniciar la producción en grande".
En este propósito el SENA, sigue acompañándolo. "Somos la puerta de las oportunidades para personas como Pedro, que quiere una mejor vida para él y sus hijos. Desde nuestra área de emprendimiento se le está orientando para que su plan de negocios sea presentado y de ser viable, se le aprueben los recursos que le permitan cumplir sus sueños", explica David Hernando Suárez, director de la Regional Santander.
A sus amigos, a los de su 'parche', quienes siguen viviendo en la 'vagancia'–como él la llama–, Pedro no los abandona. "A mí me gustaría que ellos, como yo lo hice, tengan la posibilidad de ser mejores. Uno de mis propósitos al tener un negocio es poder darles empleo a todos, motivarlos a ser disciplinados, a cambiar de vida; porque en ese mundo de las drogas y la calle uno no llega a nada bueno, a nada diferente a una cárcel o hasta un cementerio".