Rosaelena Rodríguez está que no se cambia por nadie. Mientras observa la nueva sede del SENA, que se construye en el Distrito de Aguablanca, en Cali, confiesa que se siente “súper emocionada”.
“Esta obra es genial. Habrá mejor futuro para los niños y para los jóvenes. Es bueno que se acuerden de nosotros y que el SENA llegue a estas zonas, donde también hay mucho talento y no sólo violencia”, dice con orgullo esta ama de casa, madre de dos menores y habitante de Villa Blanca, un barrio vecino al lugar donde se levanta el proyecto.
En la Comuna 13, al oriente de Cali, está en marcha la construcción de una nueva sede del SENA, que estará al servicio de todos vallecaucanos y colombianos, pero que impactará positiva y directamente una de las zonas con mayores índices de violencia y criminalidad de la región, donde los jóvenes y los niños están entre sus principales víctimas.