Población víctima del conflicto armado, residente en el sur del país, es formada para vincularse laboralmente en diferentes empresas, donde el 30 por ciento de su salario lo aporta la Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Antes de realizar la vinculación laboral, el SENA se encarga de formar –en habilidades que les sea útil a los empleadores– a la población víctima seleccionada por el CICR. 

“Los beneficiarios del proyecto son personas que han sufrido un hecho victimizante en el último año y que residan en cabeceras municipales de Caqueta, Cauca y Putumayo”, señalo el director regional del SENA en este último departamento, Milton Pérez Ordóñez.

Precisamente en Putumayo 80 personas con núcleos familiares instituidos se forman en cursos en Manipulación de Alimentos, Sistemas Básico, Atención al Cliente, Servicios Generales, y Atención en Hotelería y Turismo. 

​​Entre tanto, en Caquetá, en las veredas Granarios, Agua Blanca y Berlín, del municipio de Milán, 120 campesinos reciben formación como emprendedores en Prestación de Servicios de Mejoramiento Genético Bovino a Través de la Inseminación Artificial, con la que tendrán la oportunidad de laborar en las fincas de la región.

Además, están próximos a iniciar dos procesos formativos en Mercadeo y Ventas e Higiene y Manipulación de Alimentos, en  los que participaran 55 habitantes de Florencia.

Y en Cauca, 48 ciudadanos se forman en Atención al Cliente. 

Actualmente el proceso de capacitación está en su primera etapa, por lo que las 303 personas de las tres regionales reciben talleres de orientación ocupacional, organización de hojas de vida, técnicas de entrevista, autoestima y motivación. Posteriormente continuarán con la formación en el área escogida por cada quien.  

Los beneficiarios recibirán, por parte del CICR, dinero para alimentos y transporte durante el primer mes de trabajo, mientras obtienen el primer pago del salario. Así mismo, se financiarán sus exámenes médicos y otros documentos necesarios para ingresar al mercado laboral. ​