Pintar una escuela, sembrar árboles, donar regalos, conocer el funcionamiento de las fincas bananeras y recrear niños, fueron algunas de las actividades que se llevaron a cabo durante la segunda Cumbre Nacional de Representantes de Aprendices, que reunió en el Urabá antioqueño a 131 jóvenes del SENA.
A su paso por los municipios de Necoclí, Turbo y Apartadó, demostraron ser grandes seres humanos. Las imágenes hablan por sí solas, cuentan historias de estos muchachos que son líderes en las regiones.
Durante cuatro días, y por medio de reflexiones, ellos tuvieron la oportunidad de aportar a la construcción de la paz desde una zona que fue fuertemente golpeada por la violencia, con acciones que hacen parte de la formación integral de la Institución.
El papel central de cada representante en la Cumbre, que es elegido por sus compañeros de centro de formación, fue dar a conocer las necesidades de los aprendices y generar propuestas, entre otras tareas.