Con formación y asesoría técnica, desde el Programa SENA Emprende Rural (SER) se fortalece la asociatividad, productividad y generación de ingresos de las mujeres campesinas víctimas del conflicto en el Caquetá.
Este año, 1.200 de ellas han recibido formación en temas agropecuarios y reciben acompañamiento para impulsar sus unidades productivas como ocurre con las 80 campesinas que pertenecen a la Asociación de Emprendedoras de El Triunfo, inspección de La Montañita, municipio ubicado al occidente del departamento de Caquetá.
Hasta esta zona llegan los instructores para impartir sus conocimientos en temas relacionados con la recuperación de recursos agropecuarios y la implementación de programas de seguridad y soberanía alimentaria en contextos interculturales, que la población ha recibido con beneplácito, pero además cuenta con el acompañamiento técnico para la granja La Isla, su unidad productiva.
“No ha sido fácil y, luego de superar las dificultades sociales que ha dejado la violencia, estamos aprovechando la oportunidad que nos da el Gobierno a través del SENA, que nos acompaña para tecnificar la producción y dinamizar La Isla”, destacó Mireya Ramírez Sapuy, líder de la comunidad y aprendiz.
No ha sido fácil y, luego de superar las dificultades sociales que ha dejado la violencia, estamos aprovechando la oportunidad que nos da el Gobierno a través del SENA”.
Y es que en su isla, conocida así por ser el espacio en donde dejan atrás la tristeza y las dificultades y se dedican a la formación, las 80 aprendices han implementado el banco mixto de Forraje, cultivo de pan coger, como plátano y yuca, una huerta casera y galpón para gallinas, creándose así un modelo productivo en seguridad y soberanía alimentaria auto sostenible.
Pero no solo en La Isla se generan este tipo de experiencias; “con el apoyo de los instructores relacionamos el componente social con el agrícola a través diagnósticos participativos y la identificación de prioridades, con lo que logramos obtener alimento para nuestras familias y un 50 por ciento de la producción comercializarla en mercados campesinos y ferias veredales”, dijo Leidy Bibiana Cabrera, aprendiz y líder de Belgrado, otra unidad productiva ubicada en la zona.
Los procesos de La Isla y Belgrado evidencian el compromiso de la entidad reflejado en el apoyo que han tenido estas asociaciones de mujeres productoras desde SER, estrategia que busca promover la generación de ingresos a través del desarrollo de las capacidades y competencias de la población rural mediante el acompañamiento y fortalecimiento de las iniciativas orientadas al autoconsumo y el emprendimiento.
“Somos conscientes que el desarrollo productivo del Caquetá se genera desde el campo; por ello, con formación y asesoría técnica nos vinculamos a las iniciativas de los campesinos y en esta oportunidad con mujeres emprendedoras que con esfuerzo y dedicación trabajan por un mejor futuro para sus familias”, aseguró el director del SENA en el departamento, José Delby Vargas.
Así es como las mujeres campesinas víctimas del conflicto, que hacen parte de los 3.780 habitantes de la región que han sido formados a través de SER en 2016, fortalecen y consolidan sus unidades productivas de la mano de la Institución que las forma.