Germán Camilo Vargas Rodríguez, de la formación técnica en Sistemas, es uno de los beneficiarios de ‘En bici para el SENA’, iniciativa que busca garantizar el transporte de aprendices de bajos recursos desde el centro de formación hasta su lugar de residencia.
“Ida y regreso son 13 kilómetros, lo que significa cerca de 3 horas a pie. Ahora espero hacer el recorrido en 40 minutos; voy a llegar menos cansado y con eso rendiré más en mis estudios”, manifestó Germán, quien reside en el asentamiento humano El Timim al noroccidente de la capital de Caquetá.
Son 65 bicicletas que entregó la entidad a aquellos que no cuentan con contrato de aprendizaje o patrocinio y quienes, de acuerdo con la caracterización realizada, presentan un excelente nivel académico, actitudinal y disciplinario.
De los primeros beneficiarios, 50 residen en los barrios periféricos de la ciudad; los 15 restantes hacen parte de la sede que tiene la entidad en San Vicente del Caguán.
Tras las firma de un acta de compromiso, los aprendices se hicieron responsables del uso de adecuado y mantenimiento de las bicicletas, cascos y chalecos que recibieron.
“El bienestar de los aprendices es nuestra prioridad y por ello buscamos solucionar el problema de movilidad a quienes por razones de índole económica se les dificulta el desplazamiento diario hasta el Centro Tecnológico de la Amazonía”, señaló José Delby Vargas Gutiérrez, director del SENA en la región.
Tras las firma de un acta de compromiso, los aprendices se hicieron responsables del uso de adecuado y mantenimiento de las bicicletas, cascos y chalecos que recibieron.
Según registros de la Secretaría de Transito local, en Florencia, cerca de 2.500 personas se movilizan a diario en bicicleta, cifra a la que ahora se suman los 50 aprendices del SENA.