El exótico sabor y aroma del Arazá, fruto autóctono de la Amazonia es utilizado por 35 familias campesinas víctimas del conflicto, para la elaboración de un delicioso y suave vino, que es comercializado junto a otros productos de la región en el mercado campesino que organizan periódicamente la Asociación Agrosolidaria y los aprendices de la Unidad Productiva Agrofruver Peneya, asentada en la inspección Unión Peneya de la localidad.
"Al retornar a nuestros predios, el SENA nos dio la oportunidad de formarnos en manejo, procesamiento y comercialización de cultivos agrícolas, además con el acompañamiento de los instructores logramos organizarnos y fomentar los mercados campesinos para obtener nuevos ingresos y apoyar el sostenimiento de nuestras familias", destacó Arelis Tique Olivera, aprendiz y líder de la zona.
En los mercados campesinos, que se realizan en la antigua plaza de mercado, los aprendices presentan y comercializan además del vino de arazá, alimentos de la canasta familiar y otros productos de frutas como el bocadillo de Uva Caimarona y los postres y el néctar de mango.
"Encontramos una comunidad trabajadora y dispuesta a salir adelante, la estamos apoyando para tengan una mejor condición de vida", dijo Stefanía Molano Rojas, codirectora ejecutiva de Agrosolidaria Seccional Unión Peneya, quien agregó: "No hay duda que en esta labor de apoyar a la población campesina víctima; el SENA desarrolla una gran tarea en la región".
Y es que a esta jurisdicción del norte de Caquetá, que ha registrado serias dificultades sociales como consecuencia del conflicto, la entidad llega a través del programa SENA Emprende Rural (SER) para impartir formación y buscar promover la generación de ingresos a través del desarrollo de las capacidades y competencias de la población campesina mediante el acompañamiento de iniciativas productivas orientadas al negocio rural y el emprendimiento.
"Con formación construimos paz en esta zona del departamento, dejando en la población la semillita de la producción y comercialización agrícola, como posibilidad para generar ingresos y nuevas oportunidades para las familias campesinas víctimas del conflicto", señaló el director de la Entidad en Caquetá, José Delby Vargas.
En la Unión Peneya además de consolidar la Unidad Productiva Agrofruver, a través de formación, la población campesina ha logrado adelantar procesos de seguridad alimentaria, destacándose las experiencias de galpones de gallinas ponedoras y el establecimiento de cultivos de plátano, caucho y un invernadero con cacao y hortalizas.