"A mí me propusieron un trabajo de minería en Antioquia; yo lo acepté con tres compañeros más pero cuando llegamos nos dijeron que el lugar era controlado por un grupo al margen de la ley".
Así inicia su relato Freddy Goyeneche, quien hizo parte de las filas del Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) desde que tenía 20 años de edad.
"Mi familia no sabía nada de mí y uno siente mucho temor de lo que le pueda pasar en la selva", asegura este reintegrado que se desmovilizó junto con 2.500 personas más.
El excombatiente, quien culminó satisfactoriamente su proceso con la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) y luego sirvió como promotor de paz para apoyar la resocialización de otros que como él se desmovilizaron, se formó como técnico en operaciones comerciales de almacenes de cadena, título que le sirvió de impulso para convertirse en empresario, pues hoy administra su propio restaurante de comidas rápidas en su ciudad natal, Barranquilla.
"Tú te das cuenta que no puedes volver atrás, no solamente por ti sino por tu familia, por el bien del país, por la paz. Además habían muchas oportunidades sociales, económicas y jurídicas", dijo Goyeneche quien también estudió para ser licenciado en biología y química.
Hoy, y desde hace dos años, él es instructor de la entidad más querida por los colombianos en el área de Análisis de Muestras Químicas del Centro Nacional Colombo Alemán, de la Regional Atlántico, gracias a la intermediación laboral de la Agencia Pública de Empleo del SENA.
"Promuevo la paz con mis aprendices porque ahora soy un ejemplo de vida, de que se puede salir adelante, de que se puede ser una persona de bien; me esfuerzo mucho por inculcarles buenos valores, enseñarle los buenos caminos y a resolver pacíficamente los conflictos o problemas porque la formación no se trata solo prepararlos en conocimientos sino de forjar el ser", expresó Freddy, quien es uno de los más de 8.300 instructores que se beneficiarán con la puesta en marcha de la Escuela Nacional de Instructores 'Rodolfo Martínez Tono', que se abrió en 'La puerta de oro de Colombia' y que beneficiará a formadores de los ocho departamentos del caribe colombiano.
"Nuestros instructores son el alma de la formación, del quehacer de la Institución; por eso es tan importante apoyar su proceso de cualificación permanente a través de planes, programas y proyectos que podrán ser concebidos y ejecutados en este nuevo espacio", afirmó Jacqueline Rojas Solano, directora del SENA en Atlántico.
A través de esta iniciativa, que hace parte de una estrategia de la Dirección de Formación Profesional Integral, la Entidad capacita presencial y virtualmente a instructores de planta y por contrato para el fortalecimiento de sus competencias básicas, técnicas, investigativas y pedagógicas.
"La principal utilidad de la escuela es la oportunidad de ser instructores de calidad; con diseños pedagógicos que apuntan a atender la demanda y necesidades de formación que los sectores productivos requieren. Nuestro trabajo se ve reflejado en esos aprendices que salen al mercado laboral y son los mejores", puntualizó, Robinson Sanabria, instructor de Cocina de la Regional Guajira.
El fin último de la Escuela –que lleva el mismo nombre del fundador del SENA– es mejorar los procesos de formación de la entidad para impactar en la calidad de los aprendices.
En Neiva (Huila), también se dio apertura a una nueva sede de la Escuela, mediante la que se fortalecerán y actualizarán más de 2 mil instructores de ese departamento, además de los Llanos Orientales y parte del suroccidente del país.
Para Nelson Góngora Muñoz, instructor líder en formación por proyectos del Centro de la Industria, la Empresa y los Servicios, de la Regional Huila, la excelencia docente es la base para mejorar la calidad de la educación.
"Los instructores debemos estar en constante actualización, con el propósito de seguir mejorando nuestras capacidades y la Escuela es una excelente iniciativa para seguir formándonos y ser cada vez mejores al momento de impartir la formación a los aprendices", destacó Góngora Muñoz, quien tiene siete certificaciones internacionales en el área de docencia y redes, y quien junto a un grupo de profesionales, orienta a los formadores de su departamento.
La Escuela, además busca atraer, formar, retener e incentivar a los instructores mediante planes, programas y proyectos, con estándares nacionales e internacionales, que aporten al mejoramiento de la pertinencia de la formación profesional integral y a facilitar la inserción en el mercado laboral de los egresados SENA.
De igual forma, aportan a la construcción de conocimiento pedagógico, a partir de acciones formativas, de visibilización y consolidación de grupos de investigación.
Próximamente, se inaugurarán sedes en Bucaramanga (Santander), Manizales (Caldas), Medellín (Antioquia) y Cali (Valle del Cauca).